
"miradas congeladas en el momento preciso en que nuestros milagros infundados instruyeron una suerte de frenesi acaecidos en lo indomable en lo extraño y lo sucedaneo atame a ese estado celestial inmaculado y los roces en lo sacramentado azota las fantasias siniestras y los delirios de este angel amortajado golpeame... matame..." |
2 comentarios:
Morir por el deseo de saber q se siente, es un placer q se da una sola vez en la vida, algun día, algun día.
Te recomiendo el libro "Ciudad de cuervos", luego te paso el nombre el autor, que ahora mismo no lo recuerdo. Es poesía oscura, de lo más sublime que he leído.
Que bueno que no nos terminas de abandonar.
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